Ayuda
Siguiendo estas instrucciones de cuidado, prolongarás la vida de tus toallas, albornoces y ropa de cama y mantendrás su suavidad después del lavado. Para más consejos o asesoramiento personalizado, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de atención al cliente. ¡Disfruta de tus acogedoras y esponjosas toallas!
Para evitar un consumo excesivo de agua y mantener su calidad, nuestras toallas no se prelavan industrialmente. Por tanto, conviene prelavarlos en casa en agua fría y sin detergente. Debido a su baja torsión, se espera que algunas fibras de algodón sueltas se desprendan durante los primeros usos.
Lava tus toallas con otros productos de felpa del mismo color y evita mezclar diferentes tipos de telas o prendas que puedan dañar tus toallas durante los ciclos de lavado a máquina. Es normal que las toallas de color destiñan durante sus primeros lavados, por lo que deben lavarse por separado.
Recomendamos lavar a máquina con agua fría, máximo 40 ºC.
El uso de suavizante de telas contribuye para la pérdida de poder de absorción de las toallas, por lo que debe evitarse en la medida de lo posible. Si has usado suavizante de telas por accidente, no te preocupes. Aún puedes usar las toallas de todos modos, y su capacidad de absorción total se recuperará durante el próximo ciclo de lavado. De vez en cuando puedes añadir vinagre blanco para desinfectar y suavizar las fibras de algodón.
Nunca use lejía. La lejía dañará la tela de felpa de las toallas.
Para una máxima suavidad, las toallas Torres Novas se pueden secar en la secadora a una temperatura de baja a moderada. Si usas un tendedero tradicional, evite la exposición directa al sol y retira las toallas antes de que se sequen por completo para evitar que se endurezcan demasiado. Si se endurecen, no te preocupes, ya que recuperarán su suavidad después de algunos usos.
Las toallas Torres Novas deben conservarse en un lugar fresco y seco. Evita las zonas húmedas.
Recomendamos colgar las toallas en un toallero o colgador inmediatamente después de su uso. Esto es importante para evitar el desarrollo de humedad y malos olores.
Recomendamos cambiar y lavar las toallas después de 5-7 usos.
Debe prelavar la ropa de cama antes de usarla para eliminar posibles impurezas.
Para obtener resultados excelentes, se aconseja lavar la ropa de cama a una temperatura de 40ºC.
Secar a la sombra o en secadora a temperatura media. Evita el calor excesivo en la secadora para evitar que el tejido se encoja o se estropee.
Este estilo relajado no requiere planchado, pero puede plancharse. El tejido de esta prenda está diseñado para que requiera poco mantenimiento, ya que no necesita planchado, aunque puede plancharse para darle un aspecto pulido.
Se recomienda planchar el producto del revés.
Guarde la ropa de cama en un lugar fresco y seco. Evite guardar la ropa de cama en lugares con mucha humedad.
